
Los radioaficionados utilizan la radio según sus preferencias y capacidades personales dentro del espíritu y del objeto recogidos en su definición y reglamentación. Una de las más importantes posibilidades de esta práctica es la experimentación de nuevos sistemas de telecomunicación, intercambiando experiencias entre aficionados y comunicándose resultados. Ello da lugar en ocasiones, a la construcción personal de los circuitos o aparatos a experimentar, lo que permite a los radioaficionados aumentar el nivel de conocimientos técnicos. Otro aspecto muy importante de la radio afición es la formación práctica y permanente de radiotelegrafistas. Esta forma de comunicación mantiene la gran ventaja, respecto de la radiotelefonía, de permitir comunicaciones a muy largas distancias con medios y potencias relativamente reducidas. Esta práctica personal y recreativa implica también una función social. Los radioaficionados poseen, entre todos, una vastísima red de equipamientos de telecomunicaciones que alcanza a todos los confines del mundo. Esta red está disponible para ponerse material y desinteresadamente al servicio de la comunidad en casos de desgracias o desastres naturales. La radio afición ha rendido muchos servicios en casos de terremotos o inundaciones, pidiendo y transmitiendo datos sobre el estado de salud de familiares que no podían localizarse por los medios normales, sobre medicinas que no se consiguen fácilmente, así como en otros acontecimientos tales como la cooperación con expediciones científicas o deportivas. La propia experimentación es otra forma de servicio a la comunidad, pues algunos de los sistemas experimentados por los radioaficionados se popularizaron para el uso del gran público como sucedió con las ondas cortas (usadas hoy por las emisoras y gobiernos para radiodifusión de sus programas al exterior.) En tiempos de guerra los radioaficionados prestan ayuda a los ejércitos de su país; durante la guerra de Malvinas los radioaficionados argentinos se integraron en la defensa nacional. La radio afición no sólo es experimentación e intercambio de información de la actividad, pues gracias a la radio afición se hacen amigos y se enriquece la cultura y los conocimientos en general, pues es una actividad sana y entretenida. En definitiva, la radio afición es un mundo que está formado por gente con un punto en común: LA RADIO; y que la utilizan intercambiando ideas, experiencias, etc., haciendo amistades, anulando fronteras, olvidando ideologías e incluso niveles sociales ya que en el momento que dos estaciones establecen contacto, solo son dos personas con algo en común, su afición por la radio.