En el estreno efectivo de sus nuevas competencias, la Generalitat supera con "Apto" la organización de las pruebas para la obtención del Diploma de Operador, que por primera vez se han presentado en catalán y aranés, además del castellano. Por falta de quorum Tortosa no debutó como sede de esta convocatoria.
Hoy ha tenido lugar la puesta de largo de la Generalitat de Catalunya en lo referente a su responsabilidad competencial hacia los radioaficionados.
El hecho histórico, muy valorado por los políticos, de poder escoger el idioma del enunciado del examen, nos permite afirmar que nuestra actividad también entra de lleno en la normalidad multilinguística que vive el país.
En lo prosaico, los nerviosos examinandos han apreciado mucho más la mayor amplitud de la sala y, sobretodo, la potencia del aire acondicionado.
Diversidad de opiniones ha despertado el examen en sí mismo, más difícil para algunos repetidores, más facil para otros, que entendemos más debido a la preparación de cada uno, que al mérito de los organizadores, que simplemente han tenido tiempo de traducir las preguntas remitidas desde Madrid, con tan sólo un par de variaciones.
Cierto es que la ampliación de temario ya se ha visto reflejada en alguna pregunta de la prueba de reglamentación.
La nota simpática de la jornada la daba una niña de 10 años que se presentaba por tercera vez. Luz de esperanza, por lo que supone de renovación del "parque" de radioaficionados, y reflexión, por la dificultad de comprensión que entraña este tipo de pruebas para alguien de tan corta edad.
¿Se deberían contemplar estos casos como excepciones a la norma general?
Hoy ha tenido lugar la puesta de largo de la Generalitat de Catalunya en lo referente a su responsabilidad competencial hacia los radioaficionados.
El hecho histórico, muy valorado por los políticos, de poder escoger el idioma del enunciado del examen, nos permite afirmar que nuestra actividad también entra de lleno en la normalidad multilinguística que vive el país.
En lo prosaico, los nerviosos examinandos han apreciado mucho más la mayor amplitud de la sala y, sobretodo, la potencia del aire acondicionado.
Diversidad de opiniones ha despertado el examen en sí mismo, más difícil para algunos repetidores, más facil para otros, que entendemos más debido a la preparación de cada uno, que al mérito de los organizadores, que simplemente han tenido tiempo de traducir las preguntas remitidas desde Madrid, con tan sólo un par de variaciones.
Cierto es que la ampliación de temario ya se ha visto reflejada en alguna pregunta de la prueba de reglamentación.
La nota simpática de la jornada la daba una niña de 10 años que se presentaba por tercera vez. Luz de esperanza, por lo que supone de renovación del "parque" de radioaficionados, y reflexión, por la dificultad de comprensión que entraña este tipo de pruebas para alguien de tan corta edad.
¿Se deberían contemplar estos casos como excepciones a la norma general?
