El Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco, dirigido por el astrofísico Agustín Sánchez Lavega, siguió la erupción solar del martes por la mañana mediante uno de los telescopios del Observatorio del Aula EspaZio Gela, ubicado en la Escuela de Ingenieros de Bilbao. La erupción de hace cuatro días es la más importante del actual ciclo de once años de actividad del Sol y lanzó al espacio una gran cantidad de energía en forma de ondas electromagnéticas y de partículas a muy alta velocidad.
La actividad solar -de formación y desaparición de manchas, tormentas solares y otros fenómenos- tiene un ciclo de once años. “Actualmente nos encontramos en el ciclo 24 y su máximo tendrá lugar 2013 con lo que esperamos unos años de creciente e intensa actividad en nuestra estrella”, explica Sánchez Lavega.
El grupo de manchas cuya evolución ha seguido el astrofísico aparece en la secuencia de imágenes marcado con una línea de trazos en rotación en la superficie solar. “Afortunadamente, la erupción ocurrió en un grupo de manchas muy activo que se encontraba cerca del borde del disco del Sol, de forma que el chorro de partículas no salió dirigido hacia la Tierra” La erupción puede verse en el recuadro en una imagen tomadas por el satélite ‘SDO’ de la NASA que muestra el fogonazo de luz ultravioleta.
“Aunque no suponen un peligro para la vida en la Tierra, las erupciones solares sí lo representan para los astronautas y los satélites artificiales. De haber ocurrido ésta unos días antes, el chorro habría salido en dirección a la Tierra. Aun en el borde del disco solar, los efectos de la erupción se dejaron sentir brevemente en las comunicaciones de radio terrestres”, ha indicado el astrofísico vasco.
